martes, 22 de septiembre de 2009

El Corazón atención...

Soplos cardíacos

El corazón normalmente produce dos sonidos diferentes. Éstos se denominan primero y segundo ruido y corresponden al cierre de las válvulas mitral y tricúspide (primer ruido) y al de las válvulas aórtica y pulmonar (segundo ruido).

Un soplo cardíaco es un sonido adicional del corazón que se ausculta entre los dos ruidos cardíacos normales como consecuencia de una turbulencia del flujo sanguíneo. Si el soplo se ausculta entre el primer y segundo ruido es porque se produce en la sístole y se denomina soplo sistólico; si en cambio se ausculta entre el segundo y el primer ruido indica que se produce durante la diástole y se denomina soplo diastólico.
En sí mismo, la expresión soplo cardíaco no es un diagnóstico ni una enfermedad, es un signo que se manifiesta al auscultar a un paciente con el estetoscopio en un examen médico de rutina.

Algunos soplos no son patológicos, es decir, que no indican la presencia de enfermedad cardíaca; se denominan “funcionales o inocentes”. Son comunes en la infancia y no requieren tratamiento ni cambios en el estilo de vida. En la mayoría de los casos estos soplos desaparecen al llegar a la edad adulta.

También se pueden escuchar soplos cuando el corazón trabaja más rápido, como ocurre durante el ejercicio, el embarazo, las enfermedades infecciosas, la anemia o el exceso de hormona tiroidea.

Otros soplos cardíacos pueden ser indicios de una enfermedad cardíaca. Los problemas cardíacos más frecuentes en la población infantil son las anomalías estructurales congénitas, como la presencia de orificios en los tabiques que separan las cavidades izquierdas de las derechas (comunicación interauricular o comunicación interventricular) y las anomalías en las válvulas (estenosis valvular aórtica o pulmonar).

En la población adulta las causas más frecuentes de soplos son las valvulopatías adquiridas, que se producen por un estrechamiento de cualquiera de las cuatro válvulas cardíacas (estenosis valvular), o por un cierre defectuoso de las mismas produciendo regurgitación de la sangre hacia la cavidad anterior (insuficiencia valvular). Dentro de las causas más comunes de valvulopatías adquiridas se encuentran la fiebre reumática, la calcificación propia del proceso de envejecimiento, la cardiopatía isquémica, la endocarditis infecciosa, las miocardiopatías y otras enfermedades menos frecuentes.

El diagnóstico de un soplo cardíaco se realiza inicialmente con la auscultación por medio del estetoscopio y frecuentemente con este simple método el cardiólogo experimentado puede diagnosticar con bastante certeza a qué tipo de enfermedad corresponde. No obstante, actualmente se cuenta con métodos diagnósticos sencillos y de bajo costo para poder realizar un diagnóstico confimatorio y tomar las decisiones terapéuticas más adecuadas a cada caso.
En presencia de un soplo cardíaco los estudios complementarios básicos que seguramente le solicitará su médico son:

1. Radiografía de tórax, para observar el tamaño y forma del corazón y las grandes arterias.
2. Electrocardiograma, para evaluar la actividad eléctrica del corazón y evaluar en forma indirecta si existe agrandamiento o sobrecarga de trabajo del corazón.
3. Ultrasonido cardíaco (Ecocardiograma) y eco-doppler cardíaco, los más específicos, que permite observar directamente el corazón y medir los gradientes de presión existentes entre aurículas, ventrículos y grandes arterias, determinando si existe algún problema estructural.

Cuando se requiere mayor precisión diagnóstica y los estudios anteriores no resultan suficientes es posible que le indiquen un cateterismo cardíaco. Naturalmente, los estudios diagnósticos son herramientas y cuáles utilizar tantocomo qué información recabar con cada una de ellas es responsabilidad y decisión del profesional a cargo de cada paciente.

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